Granada: La Capilla Real

 

LA CAPILLA REAL

El edificio, de estilo gótico, fue erigido entre 1505-1517. Un año antes de comenzar su construcción habría muerto la Reina Isabel la Católica, y el Rey murió un año antes de terminar. El siglo XVI es el momento de esplendor de la Capilla.

Aquí están depositados los restos mortales los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla –primeramente fue inhumada en el monasterio de San Francisco de la Alhambra (1504), según su deseo-, y de Fernando II de Aragón y V de Castilla, quien expresó su voluntad de ser enterrado en la Capilla Real de Granada, junto a su primera esposa, Isabel de Castilla.

Asimismo, acoge los restos de su hija Juana I la Loca y su marido, Felipe I el Hermoso. Y por último, están aquí los restos del pequeño príncipe Miguel –nieto de los Reyes Católicos-, muerto en 1500 en Granada con 2 años. Era hijo de Don Manuel I de Portugal el Afortunado y de Isabel de Aragón, hija mayor de los Reyes Católicos.

Todos son fundadores de esta casa porque contribuyeron a su edificación y ornamentación, a la dotación de personas y medios, a los instrumentos jurídicos que le dieron personalidad y dirigieron su vida y actividad. Pero aquí nos ceñimos específicamente a los Reyes Católicos.

Granada representó un paso decisivo para que estos reyes consiguieran la unificación de España, pues la península estaba dividida en 5 reinos independientes: Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y Granada. En los dos primeros se incluían otros reinos antiguos como León, Córdoba, Sevilla o Valencia en otros. A su muerte todos ellos estaban unidos bajo la misma monarquía –excepto Portugal, que lo estará gracias a lazos matrimoniales-.

Como dijimos antes, Isabel desea ir a Granada aunque la Capilla no está construida: “Quiero y mando que mi cuerpo sea sepultado en el monasterio de San Francisco que es en la Alhambra de la ciudad de Granada”. Fernando ordena lo mismo en su testamento para reposar junto a los restos de su esposa.

1504: Muere Isabel la Católica y se trasladan sus restos desde Medina del Campo (Valladolid) hasta el Convento de San Francisco de la Alhambra –hoy Parador Nacional-, donde estarán de forma provisional.

1516: Muere Fernando el Católico en Madrigalejo (Cáceres), y como no está terminada la Capilla Real, se lleva su cadáver al convento donde está enterrada Isabel.

1521: A instancias del emperador Carlos I se trasladan los cuerpos de Fernando e Isabel a la Capilla Real con toda solemnidad.

EL MAUSOLEO DE LOS REYES CATÓLICOS

Este cenotafio (tumba vacía, monumento simbólico) fue realizado por Domenico Fancelli, escultor florentino. Trabajó todo el tiempo en Génova y cuando lo tuvo preparado lo trasladó a Granada donde remató los detalles, terminándolo en 1517.

La figura yacente del Rey lleva una corona sobre una melena corta, viste armadura completa medio cubierta por un manto y las manos descansan sobre la espada que sujeta con su mano derecha. En su pecho reposa un medallón que cuelga de una cadena al cuello, con la imagen de San Jorge, patrono de la Corona de Aragón.

La figura yacente de la Reina lleva una corona y está ataviada con sencillez recogiendo suavemente sus manos cruzadas superpuestas sobre el vientre. Lleva un collar con un medallón que representa a Santiago, como protector del Reino de Castilla.

A los pies de los reyes hay 2 pequeños leones echados, símbolos de la realeza y de la vigilancia. Centran los lados de la cama sepulcral 4 medallones de impecable factura: El bautismo de Cristo, La Resurrección, San Jorge matando al dragón y Santiago luchando contra los moros. Flanquean los tondos una sucesión de hornacinas con imágenes sedentes de los 12 apóstoles. Sobre la cornisa que divide ambos cuerpos del mausoleo hay en las esquinas estatuas sedentes de 4 doctores de la Iglesia: San Gregorio, San Ambrosio, San Jerónimo y San Agustín.

EL MAUSOLEO DE JUANA LA LOCA Y FELIPE EL HERMOSO

En este cenotafio fue intervinieron 3 escultores: el burgalés Bartolomé Ordóñez, Domenico Fancelli y Pietro de Carona.

Doña Juana presenta un bello rostro idealizado, serena elegía, que constituye una de las más inspiradas creaciones del burgalés. Elegantemente ataviada a la moda borgoñona, la reina sostiene con ambas manos un cetro y ostenta un rico collar sobre su pecho.

Don Felipe, el rey archiduque, luce una armadura, dalmática bordada con los blasones de Austria, Borgoña, Flandes y de los reinos hispánicos, y un manto con ancho cuello de armiño sobre el que destaca el collar del Toisón de Oro; con ambas manos empuña la espada.

Un león y una leona descansan a los pies de los soberanos. La inclusión del sarcófago sobre el que reposan los yacentes logra que el túmulo de los Reyes Católicos quede en un plano inferior.

El remate angular de las esquinas del sepulcro son estatuas de sátiros y satiresas que ayudados por angelotes portan divisas e insignias reales: el vellocino de oro, el pedernal y cruz de San Andrés, el haz de flechas, el yugo y las coyundas y la granada heráldica.

En los ángulos figuran 4 estatuas de santos patrones de los soberanos: San Andrés y San Miguel en el lado del Rey, y San Juan Bautista y San Juan Evangelista en el de la reina.

LA CRIPTA

Bajo los mausoleos hay una pequeña cripta de manifiesta austeridad, en la que están depositados los féretros reales, de plomo, identificados por la inicial de cada nombre sobre la cubierta.

En el centro, están los de los Reyes Católicos sobre una plataforma de cantería; a los lados, sobre el poyo corrido que circunda el interior, los féretros de Doña Juana y Don Felipe y el pequeño ataúd del príncipe de Asturias, Don Miguel. En la pared frontal un pequeño crucifijo de madera de estilo gótico preside la cripta.

También yacieron aquí los restos de la emperatriz Isabel de Portugal, hija de los anteriores y esposa del emperador Carlos I, de sus hijos los Infantes Fernando y Juan, y de la princesa María, primera esposa de Felipe II. Los cuatro fueron trasladados a El Escorial por Felipe II en 1574.

EL MUSEO

En el museo de la Capilla Real podremos encontrar enseñas militares, tablas flamencas, los libros de la Reina y orfebrería.

ENSEÑAS MILITARES

Se conservan en el Museo dos guiones de damasco carmesí: El Guión Real de los Reyes Católicos y el Estandarte de Caballería; en ellos vemos la banda dragoneada y la divisa «Tanto monta, monta tanto», más las flechas de Fernando en uno y el yugo de Isabel en el otro.

También se conservan dos pendones de damasco carmesí. Uno de ellos, con las armas de Aragón, Sicilia, León y Castilla que, al parecer, enarbolaba el ejército cristiano en la conquista de Granada; el otro, es posterior, pues junto a las armas anteriores aparece la granada.

TABLAS FLAMENCAS

Isabel la Católica expresó, en su testamento, el deseo de que las pinturas flamencas de su colección se trasladasen a Granada para que sirvieran de ornamentación de la Capilla Real. Su nieto Carlos cumpliría tal deseo. Siguiendo un criterio cronológico de las obras, los pintores representados son: Rogier Van der Weyden, Dieric Bouts, Hans Memling, además de otros autores y anónimos.

PINTURAS ITALIANAS Y ESPAÑOLAS

La Capilla Real guarda un significativo catálogo de obras salidas de la paleta de pintores italianos y españoles de los siglos XV al XVIII. Tienen especial interés las pinturas de los siglos XV y XVI creadas por artistas italianos y españoles con sólida formación en Italia. El patrimonio en lienzos del Barroco es menor aunque tiene alguna obra maestra.

  • Pinturas del Cuatrocentto : Sandro Boticelli (Oración del Huerto) y Pietro Perugino (Cristo, Varón de dolores).
  • Maestros españoles de la época de los Reyes Católicos : Bartolomé Bermejo (Epifanía y Santa Faz) y Pedro Berruguete (San Juan Evangelista en Patmos).
  • Pinturas del Renacimiento: Pedro Machuca (La oración del huerto, Prendimiento, Descenso al limbo y Ascensión (hoy perdida),  y Jacobo Florentino: Emaús, Santa Cena y Pentecostés. Las pinturas del Descenso al limbo y de Emaús se encuentran expuestas en el crucero de la Capilla.

LOS LIBROS DE LA REINA

Otra de las joyas de la Capilla Real de Granada es el Misal que pintó Francisco Flores, en 1496, para la Reina Isabel: «Un misal de pergamino, de mano, guarnecido de brocado carmesí pelo con su guarnición de plata.» Está realizado con «bellas orlas con escudos y emblemas reales, letras con figuras de santos e historias (dos de ellas con retratos de la Reina) y una miniatura de la Crucifixión a plana extra.»

El legado de la Reina a la Capilla incluía una significativa biblioteca que, en 1591, por orden de Felipe II, fue trasladada a Simancas y al monasterio de El Escorial. El Misal es el único resto que permaneció en la Capilla.

Los Inventarios de 1591 y de 1534-1540 se refieren a los libros cedidos por la reina a la Capilla Real: 129 según el primer Inventario y 148 de acuerdo con el segundo.

LA ORFEBRERÍA

Aquí se pueden admirar las joyas y alhajas de uso personal de los Reyes Católicos.

(J.A.Talz)

Esperamos que haya sido de su agrado el artículo: Granada: La Capilla Real