Es la mayor de las ciudades amuralladas españolas, con un perímetro de 2.516 metros. La muralla tiene una altura de 12 metros, y tiene 9 puertas y 87 torreones. Tiene 2.500 merlones (la almena es el espacio que hay entre el merlón). También es el recinto amurallado mejor conservado del mundo.

El nombre de la ciudad podría ser de origen vetón, nombre por el que eran conocidos los pobladores pre-romanos de cultura celta. Algunas investigaciones datarían el origen de Obila en la segunda mitad del siglo I a. JC..

Algunos historiadores apuntan que la actual ciudad de Ávila fue una fundación de los romanos, quienes le darían la denominación de Abila, Obila, Abyla o Abela.

El mayor esplendor de la ciudad bajo dominio romano tuvo lugar en los siglos I-II. En la economía de la ciudad siempre gozó de especial importancia la ganadería trashumante.

A partir del siglo III, experimentó cierta decadencia por la crisis generalizada en la Hispania romana ante las invasiones franco-alamanas. También contribuyó a diezmar la población, la epidemia de peste del 250-252.

En el siglo VI, fueron los visigodos quienes dominaron el territorio de la península (el Reino Visigodo de Toledo), siendo la ciudad de Ávila la sede episcopal durante esta dominación. De hecho, en el 610 se le dio preeminencia a la capital y a su obispo sobre todas las demás iglesias provinciales, en un decreto emitido durante el reinado de Gundemaro.

Llegada la invasión árabe –aunque no hay muchos datos de la ciudad en este período- recibió el nombre árabe de Ābila, convirtiéndose en un punto estratégico como enclave defensivo tanto para árabes como para cristianos siendo objeto de lucha continua por conseguirla. En el año 785, Abderramán I visitó la ciudad. Parece ser que en el siglo IX fue conquistada por Alfonso III de Asturias El Magno, y asegurada bajo Ramiro II de León.

A principios del siglo XI, Abdelmelic Almudafar derribó sus murallas hasta los cimientos. Durante el reinado de Fernando I de León la ciudad estaba prácticamente destruida.

A finales del siglo XI, el rey Alfonso VI de León encargó la repoblación del centro de la península, y para proteger Toledo, repobló y amuralló la ciudad de Ávila así como Segovia y Salamanca. Aunque no se conocen muchos detalle de la construcción de la muralla ni los nombres de los constructores, parece ser que fue labor de cristianos y mudéjares.

ÁVILA -MurallaMuchas de las piedras usadas en su construcción eran piezas provenientes de alguna edificación romana desmantelada, incluso elementos funerarios del antiguo cementerio de la época, como las cistas, donde se depositaban las cenizas provenientes de la incineración de los muertos.

El mantenimiento y conservación los realizaban :

  • Caballeros e hidalgos: hacían las rondas
  • Campesinos: limpiaban los fosos, reparaban los adarves y llevaban los materiales necesarios
  • Moros: ponían las manos
  • Judíos: ponían el hierro
  • Ciudadanos: velaban

Es reconocida como “Ávila del Rey, de Los Leales, y de Los Caballeros”, teniendo este lema en su escudo. Estos títulos fueron otorgados por:

“Ávila del Rey”: concedido por Alfonso VII, por ser la ciudad en la que vivió durante su niñez y que le protegió de los intereses de su padrastro, Alfonso I el Batallador, rey de Aragón.

“Ávila de los Leales”: otorgado por Alfonso VIII, por el apoyo que le dio la ciudad cuando estuvo refugiado allí desde los 5 años hasta los 11, huyendo de la persecución de su tío Fernando II de León.

“Ávila de los Caballeros”: concedido por el monarca Alfonso XI, cuando se refugió en Ávila cuando contaba con solo 1 año de edad, en esta ocasión en la catedral de la ciudad.

En , la UNESCO incluyó a Ávila en la lista del PATRIMONIO MUNDIAL.

J.A.T.