Por su elevación sobre la meseta éste siempre ha sido un sitio de privilegio para la defensa de las gentes que moraban en el lugar.

A partir de la Reconquista, en el siglo XI , surge una población importante, Medina del Campo. Lo que hoy es la periferia de la localidad, originalmente fue el centro de la villa.

Poco a poco, Medina del Campo fue creciendo gracias a la repoblación y a las ferias comerciales que tuvieron lugar en los siglos XV-XVI, lo que la convirtió en uno de los lugares más importantes de Castilla, con unos 20.000 habitantes a fines del siglo XV.

A mediados del siglo XV, los reyes Juan II y Enrique IV de Castilla, iniciaron la construcción del castillo, y, en 1483, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (los Reyes Católicos) mandaron construir la barrera defensiva, convirtiéndolo en uno de los mejores Parques de Artillería de Europa.

La función principal del castillo desde su creación fue la defensiva por ser un lugar militarmente estratégico. No obstante, se fue adaptando a las necesidades de cada época, realizando otras funciones como la de Archivo (aquí se guardaron parte de los documentos de la corona), Prisión Real para presos ilustres como Hernando Pizarro (conquistador como su hermano Francisco, donde permaneció 20 años) o César Borgia. Fue uno de los objetivos de las tropas imperiales de Carlos V durante la Revuelta de los Comuneros en 1520.

El recinto interior de la fortaleza está compuesto por 5 torres y el patio de armas. La mayor de las torres es la Torre del Homenaje que tiene unos 40 metros de alto y 13 metros de ancho.

J.A.T.