Calendario romano

El calendario romano, según la tradición mítica, fue creado por Rómulo, fundador de Roma.

El calendario romano tenía 304 días distribuidos en 10 meses (6 meses de 30 días y 4 meses de 31 días). Empezaba a principio de marzo (martius, de Marte, dios de la guerra), primer mes de la primavera, que era cuando se decidían las campañas militares que iban a tener lugar durante el resto del año.

Según Plutarco, fue el rey Numa –el sucesor de Rómulo– quien cambió el calendario de 10 a 12 meses, añadiendo Ianuarius (Enero), y Februarius (febrero). Había 4 estaciones: ver (primavera), aestus (verano), autumnus (otoño) e hiems (invierno).

Pero seguía habiendo desfases de tiempo lo que provocaba que, cada 4 años, se añadieran 2 meses (de 22 y 23 días), los mercedonius o intercalaris. Los ajustes no se hacían con base astronómica, sino por criterio político, como determinar el día de pago a la servidumbre; también se hacía mal uso del reajuste para prorrogar el cargo de algún funcionario, o adelantar/retrasar votaciones. Así el año tenía 355 días.

Posteriormente, se modificaría la duración de los meses, ya que los números pares no eran de buen augurio, por lo que pasaron a ser de 29 y 31 días de forma alternativa.

No se numeraban los días del 1 al 31, por lo que, para indicar los días del mes, había 3 fechas clave:

Las calendas, (kalendae, –arum). Eran el día 1º de cada mes, que debía coincidir, inicialmente, con la luna nueva. De esta palabra deriva «calendario».

Las nonas, (nonae, –arum). Eran el día 5 de cada mes, excepto en marzo, mayo, julio y octubre, que eran el día 7. Era una fecha intermedia: 8 días antes de los idus, y se denominaban nonae porque era el 9º día contando el de los idus.

Los idus, (idus, –uum). Eran el día 13 de cada mes, excepto en marzo, mayo, julio y octubre, en los que eran el día 15. Por tanto, era una fecha móvil y se correspondía con la luna llena.

Si querían indicar una de estas tres fechas fijas, se expresaban:

Kalendis Ianuariis, en las calendas de enero (1 de enero),

Nonis Octobribus, en las nonas de octubre (7 de octubre).

Si se trataba de indicar el día anterior o posterior de las tres fechas anteriores, se expresaban:

Pridie Nonas Ianuarias, la víspera de las nonas de enero (4 de enero),

Postridie Idus Octobres, el día siguiente a los idus de octubre (16 de octubre).

Si se trataba de cualquier otra fecha, se contaban los días que faltaban para llegar hasta el más próximo de las tres fechas fijas y se colocaba la expresión ante diem, seguida del número de días contado (expresado en numeral ordinal o en números romanos), del nombre de la fecha fija con la que se relacionaba, y del adjetivo del mes de esta última, todos ellos en acusativo. Para hacer la cuenta también se sumaba el día de la fecha fija. Por ejemplo:

Ante diem sextum Kalendas Martias, el 6º día antes de las calendas de marzo (24 de febrero).

Ante diem tertium Kalendas Apriles (30 de marzo) En abreviatura se escribiría: a.d. III kal. Apr.

Había días hábiles (dies fasti), y días festivos (nefasti), los cuales abarcaban un tercio del año durante la República, y la mitad del año durante el Imperio.

Calendario romano reformado

También se modificó la duración de los meses, ya que los números pares no eran de buen augurio, por lo que pasaron a ser de 29 y 31 días de forma alternativa. Así el año tenía 355 días.

J.A.T.