MASACRE DE WOUNDED KNEE

El próximo día 29 de diciembre se conmemorarán 129 años de la terrible masacre de Wounded Knee (Čhaŋkpé Ópi Wakpála, en el idioma lakota), cerca del arroyo del mismo nombre en la reserva india de Pine Ridge (Dakota del Sur), al sur de las famosas Black Hills.

Danza Fantasma

En aquellos momentos, la vida era oscura y extremadamente difícil para los indios. Era diciembre -un duro invierno como continuación de la sequía anterior- y la gente moría de hambre, literalmente, especialmente los bebés. Apenas había caza. Había desesperación. Esto llevó a los indígenas a practicar sus ritos, como la Danza Fantasma, que vaticinaba que Dios les devolvería su tierra, sus Black Hills, si permanecían en paz y realizaban regularmente un baile ritual en círculo. Pero esta “danza” preocupó al ejército americano, que lo consideraba una “peligrosa y una extraña alucinación religiosa”.

La muerte de Toro Sentado (Sitting Bull) metió el miedo en el corazón de los lakotas (un subgrupo de los sioux) que se oponían a vivir en la reserva. Miles se reunieron en preparación de un ataque estadounidense. Mientras tanto, en Pine Ridge, Red Cloud, el jefe oglala, intentaba preservar las tradiciones lakotas sin derramamiento de sangre. Si Tanka, también conocido como Spotted Elk (Alce Manchado) y Big Foot (Pie Grande), quería unírsele para contribuir a hallar una solución pacífica.

El día 28 de diciembre de 1870, un destacamento del 7º de Caballería, con Samuel Whitside al mando, interceptó al grupo de indios de Si Tanka. Eran menos de 400 aunque la mayoría eran mujeres y niños. Los escoltaron hasta el arroyo Wounded Knee donde acamparon. El resto del 7º de Caballería rodearon a los indios, incluyendo como armamento 4 cañones Hotchkiss, que disparaban 50 proyectiles por minuto.

Cañón Hotchkiss

Cuando la mañana del día 29 los soldados solicitaron a los indios la entrega de sus armas (apenas fueron 38 rifles). Como eran pocas, los soldados decidieron hacer un registro y entraron en el campamento para desarmar a los indígenas.

Según una versión de los hechos, Black Coyote, un indio joven sordo, no quiso deshacerse de su rifle y, en el forcejeo, se disparó el arma, lo que provocó que los soldados empezaran a disparar de forma indiscriminada, asesinando a niños, mujeres y hombres, entre ellos, a Si Tanka.

Wpunded Knee

El Jefe Si Tanka muerto en la nieve.

Los indios aún no desarmados repelieron el ataque, aunque pronto fueron abatidos. Otros muchos indios huyeron; pero los soldados los persiguieron y abatieron pese a estar desarmados, de acuerdo con la famosa frase del general Phillip O. Sheridan (mal atribuida al general Custer): “el único indio bueno es el indio muerto”. Algunos historiadores especulan que los soldados del 7º de Caballería se vengaron deliberadamente por su derrota en Little Bighorn, con Custer a la cabeza, cuatro años antes (1876).

Wounded Knee

‘La apertura de la batalla en Wounded Knee’, ilustración de Frederic Remington (1891)

El resultado fue el siguiente, según diferentes fuentes: unos 350 indios muertos -de ellos unos 200 eran niños y mujeres- y 51 heridos, y unos 25 soldados muertos y 39 heridos (la mayoría por fuego “amigo”). Según un activista nativo americano y veterano de Vietnam, ‘fue una carnicería al por mayor: 4 bebés tenían la cabeza aplastada y aunque personas se rendían, se les ejecutó’.

Como no pudieron “limpiar el escenario” antes de la llegada de la prensa y, por ello, no podría evitarse que se supiese lo acontecido, el gobierno lo publicitó como una “victoria épica” contra los indios.

Los 20 soldados que mataron a más indios recibieron la prestigiosa Medalla de Honor del Congreso. La ley federal establece que esta medalla se debe otorgar al soldado que se distingue por “la galantería e intrepidez con riesgo de su vida más allá del cumplimiento del deber”, es decir, se otorga al que ha tenido un comportamiento heroico, algo que dista mucho de lo que ocurrió en aquel suceso.

El Congreso Nacional de Indios Americanos, en el año 2001, aprobó dos resoluciones condenando la entrega de esas medallas, y solicitando al gobierno que las rescindiera. En la década de los 90, el gobierno cambió la denominación: en vez de “Batalla de Wounded Knee” debía ser “Masacre de Wounded Knee”, emitiendo una declaración de arrepentimiento hacia el pueblo lakota. No obstante, las Medallas de Honor no se rescindieron.

La realidad de los indígenas norteamericanos quedó plasmada en lo expresado por el jefe indio Nube Roja:

“Nuestro pueblo se derrite como la nieve al calor del sol, mientras que los miembros del vuestro brotan de la tierra como los tallos de hierba en primavera.” 

J.A.T.

Agradecimientos: Encyclopaedia Britannica
Foto cabecera: Von Jbutler18 – CC BY-SA 3.0