Frank Abagnale Jr., nacido el 27-abril-1948, ha sido uno de los estafadores más importantes, más perseguidos y con una gran capacidad para “dar esquinazo” y escapar de la justicia. Siempre tuvo pegados a sus talones a los agentes de la ley; pero pudo escaparse de ellos muchísimas veces, lo que le convirtió en una leyenda. No solo estafó en los EE.UU. sino que “extendió sus dominios” hasta incluir 26 países más.

Abagnale inició su carrera como delincuente en 1964, cuando tenía 16 años. Su envergadura (medía 1,83 m.) y unas incipientes canas le daban la apariencia de unos 10 años mayor. En 5 años cobró cheques por un valor de 4.000.000 de dólares (hoy serían unos 15.000.000).

Él expresó en una entrevista que todo comenzó con el divorcio de sus padres y que, de repente, se vio un adolescente solo ante el mundo. Tuvo que crecer, espabilarse y ser muy creativo para sobrevivir. Todo era como una especie de juego. Cuando veía una oportunidad se preguntaba si podría lograrlo. Cuando lo lograba, esto se convertía en un juego. Aunque sabía que, al final, perdería, la diversión estaba en el juego en sí.

Aunque nunca fue médico, durante 11 meses ejerció de pediatra en Atlanta (Georgia), falsificando su diploma.

Aunque nunca fue abogado, defendió a varios acusados, de forma magistral, después de haber estudiado leyes durante 2 semanas. No tuvo que falsificar su diploma pues aprobó los exámenes sin haber ido a la universidad. Es más, hasta trabajó en la oficina del Fiscal General de Louisiana con tan solo 19 años.

Se hizo pasar por vigilante de banco y profesor de sociología de la Universidad de Columbia. También se hizo pasar por agente del FBI para escapar de los verdaderos agentes de la ley.

Mas su mayor “gesta” fue hacerse pasar por piloto de la línea aérea PAN AM. (Y todo esto antes de cumplir 21 años). Como pensaba que un uniforme daba clase y mayor respeto, llamó a la compañía aérea y les dijo que era un piloto que tenía que volar en pocas horas y que el hotel había perdido su uniforme. Le dieron la dirección del almacén y que le descontarían el uniforme de su sueldo. Para ello dio un número falso de empleado, y consiguió su uniforme. Como necesitaba una identificación válida, Abagnale fue a un almacén donde las elaboraban diciendo que era el jefe de compras de PAN AM y que necesitaba hacer carnets. Para cerrar el trato, pidió que hicieran una muestra con su fotografía; no le fue necesario usarlo porque siempre viajaba como tripulante invitado en cabina. Voló unas 250 veces y consiguió que las pernoctaciones que hacía en los hoteles corrieran a cargo de la compañía aérea.

Una azafata de Air France lo reconoció y fue detenido en Montpellier (Francia), con 21 años, viviendo en condiciones deplorables (desnudo, sin luz y en una celda minúscula) en la cárcel de Perpignan. Estaba reclamado por 12 países (Italia, España, Francia, Alemania, Suiza, Grecia, Gran Bretaña Chipre, Noruega, Líbano, Egipto y Dinamarca). Finalmente fue extraditado a Suecia y allí estuvo recluido unos 6 meses, siendo deportado a los EE.UU. Pero mientras el avión aterrizaba en el aeropuerto JFK de Nueva York, pidió permiso para ir al baño y se escapó. Poco después fue detenido mientras caminaba frente al Hotel Waldorf Astoria de Nueva York. Dos detectives de paisano lo reconocieron y le detuvieron. Se le condenó a 12 años de prisión, aunque solo cumplió 5. Aprovechó bien ese tiempo pues estudió contabilidad y leyes.

Frank W. Abagnale (2008)

Su “impresionante” curriculum hizo que el agente John G. Shea, que le persiguió durante mucho tiempo, le ofreciera trabajar para el FBI, instruyendo a los agentes y combatiendo el fraude. Durante más de 40 años ha colaborado con esta agencia federal al tiempo que fundaba su empresa consultora en seguridad Abagnale & Associates. Ofrece conferencias por las que cobra 20.000-30.000 dólares. No hay que decir que fue una de las máximas autoridades en el campo de la falsificación, estafa o fraude documental. Más de 140.000 empresas han adoptado sus programas de prevención de fraude.

Steven Spielberg

Por supuesto, su historia no podía pasar desapercibida para el cine. Su historia conquistó a Steven Spielberg, quien no pudo evitar llevarla a la gran pantalla: Atrápame si puedes (Catch me if you can), siendo Leonardo di Caprio el encargado de darle vida, junto a Tom Hanks en el papel del agente Carl Hanratty (personaje basado libremente en los agentes que le persiguieron, pero destacando a Joseph Gerald Shea, agente especial del FBI).

Ambos mantuvieron una relación de profunda amistad y respeto alrededor de 30 años hasta que Shea murió en 2005. La película consiguió una recaudación de 352.000.000 de dólares. El verdadero Abagnale aparece en una escena de la película como uno de los agentes franceses que arrestan a su personaje.

La película recibió 2 Nominaciones a los Premios Óscar: Mejor Actor de reparto (Christopher Walken) y Mejor Banda Sonora (John Williams). Christopher Walken ganó en la misma categoría el Premio BAFTA.

J.A.T.

Agradecimientos:
Fotograma cabecera: History vs Hollywood
Foto Frank Abagnale: Abagnale & Associates, CC BY-SA 4.0