Theobroma cacao es el nombre científico que recibe el árbol del cacao o cacaotero. Theobroma significa en griego “alimento de los dioses”.

Un equipo de arqueólogos ecuatorianos y franceses presentaron evidencias de que el cacao era cultivado y consumido hace 5.500 años en la región de lo que actualmente es una provincia de la Amazonia Ecuatoriana. En este estudio se encontró también abundante evidencia de intercambio comercial con las culturas de la costa, lo que supone la más antigua evidencia de su uso como mercancía.

Los antiguos olmecas fueron los primeros en cultivar dicha planta en Mesoamérica, hace unos 3.500 años. En el idioma maya yucateco Kaj significa “amargo” y Kab significa “jugo”. El primer registro escrito de uso de la palabra “cacao” lo tenemos en la cultura maya, los cuales comenzaron a darle valor. El glifo que se utilizaba comúnmente para escribir Kakaw(a) está compuesto por tres partículas fonéticas que se leen KA-KA-W(a). La última vocal se suprime, como es habitual en la escritura maya.

De acuerdo con la mitología maya, el dios Kukulkán les dio el cacao a los mayas después de la creación de la humanidad. Los aztecas adaptaron la misma leyenda así: El dios Quetzalcóatl (representado por los mortales como “la serpiente emplumada”) bajó de los cielos para transmitir sabiduría a los hombres y les trajo un regalo: la planta del cacao.

Los mayas crearon un brebaje amargo hecho de semillas de cacao que consumían exclusivamente los reyes, los nobles y los sacerdotes, y también era usado para dar solemnidad a determinados rituales sagrados: el chocolate, Chocolha (ha “agua” y Chocol “amarga”). Y es que simbolizaba para los mayas vigor físico y longevidad.

El chocolate se usaba con fines terapéuticos. Así, los médicos mayas prescribían el consumo de cacao tanto como estimulante como por sus efectos calmantes. Los guerreros lo consumían como una bebida reconstituyente, y su manteca  era usada como ungüento para curar heridas. Era también usado como moneda. Los aztecas prescribían una poción a base de cacao mezclado con el polvo de los huesos machacados de sus antepasados para curar la diarrea.

Los aztecas mezclaban chile con las semillas del cacao tostadas y molidas, y añadían harina de maíz como emulsionante básico para absorber su manteca. La espuma era una de las partes más importantes y deliciosas de la bebida. Los mayas hacían que la bebida fuera aún más espumosa vertiéndola desde un recipiente elevado a otro que estaba en el suelo. Más tarde, los aztecas inventaron una especie de molinillo para provocar la aparición de la espuma.

Los granos de cacao fueron exportados por primera vez a Europa gracias a Hernán Cortés en 1528, aunque el primer cargamento comercial  llegó a España en 1585.

El cacao tiene efectos beneficiosos en el organismo humano, pues sus granos contienen:

  • 54% manteca de cacao
  • 11,5% proteínas
  • 9% celulosa
  • 7,5% almidón y pentosanos
  • 6% taninos
  • 5% agua
  • 2,6% olioelementos y sales
  • 2% ácidos orgánicos y esencias
  • 1,2% teobromina
  • 1% azúcares
  • 0,2% cafeína

Además, se estima que el cacao contiene unas 300 sustancias importantes como:

  • anandamida
  • arginina
  • dopamina (neurotransmisor)
  • epicatequina (antioxidante)
  • histamina
  • magnesio
  • serotonina (neurotransmisor)
  • triptófano (esencial para suscitar la  liberación de la serotonina)
  • feniletilamina (FEA)
  • polifenoles (antioxidantes)
  • tiramina
  • salsolinol
  • flavonoides

Su efecto estimulante se debe a la teobromina que produce un aumento del nivel de serotonina y dopamina.

El chocolate lo podemos encontrar negro (con un contenido de cacao entre el 30%-90%), con leche y blanco. Mientras más puro sea el chocolate menos engordará. El chocolate blanco es el que más engorda porque, en realidad, su base no es cacao en polvo sino manteca de cacao y azúcar, por lo que, técnicamente, este no es chocolate.

J.A.T.