El cocodrilo es un animal semiacuático, enigmático y misterioso, que ya era objeto de culto por parte de los antiguos egipcios.

Sobek (en el templo de Kom Ombo (Egipto)

En la mitología egipcia, el dios Sobek, representado como un cocodrilo o como un hombre con cabeza de cocodrilo, tenía carácter benéfico y era el creador del Nilo -tras surgir de su sudor-; también era dios de la fertilidad, la vegetación y la vida.

De la familia de los saurópsidos, es un gran depredador que no tiene miedo a nada ni a nadie. Ya hace casi dos décadas, un periódico de Zambia decía que los cocodrilos devoraban una media de 30 personas al mes. Puede atrapar entre sus mandíbulas búfalos, impalas o aquello que tenga “a tiro”. Su fuerte cola y poderosas mandíbulas hacen de él un animal terrible.

cocodrilo

Amuleto egipcio en forma de cocodrilo

Curiosamente, el cocodrilo aparece en La Biblia con el nombre de Leviatán (del hebreo liw·ya·thán) y describe alguna de sus características, incluso de forma poética:

«¿Llenarás su piel de arpones o su cabeza de lanzas de pesca?

Cualquier esperanza de dominarlo es en vano. Solo con verlo te quedarías espantado.

¿Quién le ha quitado su coraza? ¿Quién se meterá entre sus mandíbulas?

¿Quién consigue abrir las puertas de su boca? Sus hileras de dientes son aterradoras.

Su lomo está cubierto de filas de escamas bien selladas todas juntas.

Cada una se ajusta tan bien a la otra que ni el aire puede pasar entre ellas.

Están pegadas entre sí, se abrazan unas a otras y no se las puede separar.

Su cuello tiene una fuerza enorme, y ante él cunde el pánico.

Los pliegues de su piel están bien unidos entre sí; son firmes, como si estuvieran fundidos, y no se mueven.

Ninguna espada que lo alcance lo vencerá, ni lanza, ni dardo, ni punta de flecha.

Para él, el hierro es como paja; el cobre, como madera podrida.

Una flecha no lo hace huir; las piedras de la honda son como hierba seca contra él.»

Cocodrilo del Nilo

El cocodrilo puede ser encontrado en la cuenca del Nilo, en el África subsahariana y en Madagascar. También los hay en Asia, América y Australia.

La mayor especie de este animal y la más peligrosa es la del cocodrilo marino (Crocodylus pororus) cuyo ejemplar más grande conocido medía 8,5 m. de longitud y pesaba 1.700 kg, y fue encontrado en Normanton, en el estado australiano de Queensland, en 1957.

Después está el cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) que puede alcanzar los 7 metros de longitud y los 750 kg de peso, aunque la media es de unos 5 metros y unos 250 kg.

Su media de edad está en 50-80 años, en función de su especie, de las que hay 14.

Se mueve con gran agilidad dentro del agua, alcanzando velocidades de hasta 40 km/h. Puede permanecer sumergido 2 y 3 horas. También en tierra es ágil y alcanza una gran velocidad, aunque no puede mantenerla durante mucho tiempo.

Sus ojos y sus fosas nasales se hallan en la parte superior, por lo que puede ver y respirar mientras está dentro del agua. Pueden permanecer 1 hora bajo el agua, sin respirar, gracias a que tienen una hemoglobina muy particular.

Las dos mandíbulas del cocodrilo tienen hasta 24 dientes de varios tamaños. Cada año “estrenan” dientes, por lo que pueden llegar a tener más de 3.000 dientes en toda su vida. Genera unos 1.800 kg de fuerza. Sin embargo, apenas tienen fuerza para abrir la mandíbula, y con un poco de cinta adhesiva podríamos mantenérsela cerrada. (El problema es: ¿quién se la pone?) El cuarto diente inferior encaja en una muesca externa de la mandíbula superior, por lo que sobresale aun con la boca cerrada. Esta característica lo diferencia de sus “primos”, el caimán y el aligátor.

Cuando tiene la mandíbula abierta es que está tratando de refrigerarse mientras suda por la boca. En ese momento, ciertas aves, en perfecta simbiosis, les hacen un “limpiado de dientes”, eliminando los restos de comida, al tiempo que ellas se alimentan.

El cocodrilo también forma parte del negocio, y por ello, también se crían en granjas. En el mercado mundial podemos encontrar muchos accesorios hechos con la suave piel del vientre del cocodrilo como bolsos, zapatos, cinturones, carteras, etc. Con el resto del animal, como en Kenia, un plato exótico que se ofrece a los turistas en la carne de cocodrilo.

Su temporada de cría va de octubre hasta abril. En estado libre, la hembra del cocodrilo pone una media de 20-80 huevos. Las que están en cautividad ponen alrededor de 35. Después, se recogen los huevos y se ponen en incubadoras artificiales hasta que eclosionan, unos 3 meses después.

Para terminar, ahí van algunas curiosidades del cocodrilo:

“Lágrimas de cocodrilo”. Esta es una expresión para un llanto fingido. Lo cierto que el cocodrilo sí llora, no como un acto emotivo sino puramente fisiológico. Y es que, cuando están fuera del agua, deben tener sus ojos lubricados, por lo que sus glándulas lacrimales producen lágrimas de forma ininterrumpida. Cuando se acumula el líquido lo expulsa como si estuviera llorando. También, a través de las lágrimas, eliminan el exceso de sal de su organismo. Cuando comen también pueden “llorar” pues al masticar y apretar las mandíbulas presionan el lacrimal, pareciendo que lloran mientras comen.

Cazan a primera o a la última del día, evitando las horas de más calor.

Después de darse un gran “festín” pueden pasarse hasta 2 años sin comer debido a su lenta metabolización.

Nace macho o hembra en función de la temporada que haya alcanzado el huevo al tiempo de formarse.

La época de apareamiento es cuando muestran mayor agresividad.

El 99% no sobreviven a las primeras etapas de su vida pues son muy vulnerables a otros depredadores.

J.A.T.