Blancanieves y los 7 enanitos es un cuento de los hermanos Grimm, y que se hizo mundialmente más famoso gracias a que Walt Disney decidió recrear esta historia que ya había concebido cuando tenía 15 años tras leer el cuento.

Blancanieves y los 7 enanitos se estrenó el 21 de diciembre de 1937, en Los Ángeles. Aunque se afirme que fue el primer largometraje de animación de la historia no lo es. El considerado primer largometraje de animación (aunque mudo) es El Apóstol (1917), de 60 minutos de duración, del argentino Quirino Cristiani. No obstante, sí fue el primero sonoro y en color, ya que los dibujos animados no pasaban de ser meros cortometrajes para ser proyectados antes y después de las películas.

Disney uso medios técnicos innovadores para su proyecto como el uso del Technicolor para proceso para el color. Inventó la cámara multiplano que permitía filmar hasta 5 dibujos en un solo plano (este método ha sido superado y reemplazado por los efectos visuales generados por ordenador).

Walt Disney ya había conseguido gran reputación como pionero de los cortos de animación con Mickey Mouse y el pato Donald. Pero era un hombre innovador y se propuso realizar un largometraje animado, aunque su hermano mayor y colaborador, Roy, no estaba de acuerdo.

El proyecto era grandioso por lo indicado antes, siendo conocido como “la gran locura de Disney”. Hasta su hermano Roy y su cuñaba le decían continuamente a Walt que no siguiera con el proyecto. Pero Walter decidió invertir su fortuna en la aventura.

Pensando que eran los años 30, empezar una producción de dibujos animados con un presupuesto de 250.000 dólares era casi un suicidio, y máxime cuando dicho presupuesto fue ascendiendo hasta casi 1.500.000 de dólares, para lo cual Disney tuvo que hipotecar su hogar. Decimos esto porque los hermanos Disney, Walter y Roy, empezaron su trayectoria en la animación con tan solo un capital de 50 dólares. (En 1940 ordenó construir los estudios de Burbank, donde ya trabajan más de 20.000 empleados, y él mismo sería llamado en adelante el Mago de Burbank.)

Tampoco la prensa apoyó el proyecto indicando que era una “locura” pretender mantener el interés del publico durante tanto tiempo con una película de animación.

Walt Disney tenía claro que en la narrativa de sus filmaciones la música y las canciones tenían que estar integradas en el guión, por lo que, en este largometraje, esto cobraba mayor importancia.

Se necesitaron muchos directores artísticos para que las acciones no se centrasen en un solo personaje ni que fuesen excesivamente largas, por lo que en la mayoría de las escenas clave interactúan otros personajes o realizan acciones simultáneamente, como en la escena en la que se presenta a los enanitos intercalándose con Blancanieves y los animales limpiando la cabaña.

Tras 2 años de esfuerzos ímprobos, Walt Disney consiguió su objetivo. Su largometraje, de unos 90 minutos de duración, está considerado una obra maestra, una obligada película “de culto”, con un impresionante éxito de taquilla. De los casi 1.500.000 dólares que costó (hoy equivaldría a unos 27.000.000 dólares) consiguió una recaudación de unos 8.000.000 dólares en su estreno (hoy, 146.000.000 dólares). Fue la película más taquillera del momento, aunque casi 2 años después, en 1939, apareció Lo que el viento se llevó, que fue el primer film que contó con merchandising y la primera en comercializar su banda sonora.

Fue NOMINADA al ÓSCAR A LA MEJOR BANDA SONORA (1938) y en 1939. Walt Disney recibió un ÓSCAR HONORÍFICO.

J.A.T.

Agradecimiento a Walt Disney Pictures