La amusia (a + musia: “carencia de música”) es una alteración cerebral en la percepción auditiva, escritura, lectura o ejecución musical. Es un trastorno neuronal –heredado o adquirido- que padecen algunas personas por el que no pueden distinguir los diferentes ritmos y tonos musicales ni reproducirlos. No son capaces de distinguir una canción de otra o reconocer una melodía por muy conocida que sea. Sin embargo, si se les da la letra de esa canción la reconocerán inmediatamente.

Este trastorno tiene diferentes clasificaciones en función de las alteraciones que provoca:

  • Amusia motora: incapacidad para silbar o cantar
  • Amusia perceptiva: incapacidad para discriminar los tonos (la más reconocible)
  • Amusia instrumental: incapacidad para tocar un instrumento
  • Amnesia musical: incapacidad para reconocer canciones y obras musicales
  • Apraxia musical: incapacidad para interpretar música
  • Agrafia musical: incapacidad para escribir música
  • Alexia musical: incapacidad para leer música

El compositor francés Maurice Ravel padecía uno de estos trastornos. Él podía reconocer sonidos, recordar melodías; pero fue perdiendo la capacidad de leer y escribir música (alexia y agrafia musical). Lo expresó de forma muy simple: “Tengo la cabeza llena de música aunque no soy capaz de escribirla”. Los musicólogos piensan que su composición más emblemática, su “Bolero”, con su repetitividad, y pobreza melódica era un fiel reflejo de su enfermedad.

Un accidente en taxi (octubre de 1912) le provocó un traumatismo craneoencefálico aunque ya tenía un trastorno neurológico. Su mal fue empeorando y en diciembre de 1937, en París fue intervenido quirúrgicamente en su cerebro. El día 28 de ese mes murió con 62 años.

J.A.T.