Grandes impostores

FERDINAND DEMARA (Siglo XX)

La definición de “Gran impostor” está unida a este hombre, Ferdinand Demara, nacido en 1921, pues era su apodo. Su vida fue plasmada en el cine con el título de El gran impostor (1961), e interpretado por Tony Curtis.

Este hombre tenía memoria fotográfica y un cociente intelectual muy alto. Asumió un buen abanico de identidades falsas y profesiones: Ayudante del Sheriff, abogado, marino, psicólogo, cirujano (llegando, incluso, a operar a pacientes), monje cisterciense y monje trapense, o guardia de prisiones, entre otras, sin levantar sospechas.

1937: Con 16 años huyó de casa para unirse e ingresó en un monasterio cisterciense, pasando con allí 4 años.

1941: Se enroló en el Ejército de EE.UU. Después de un tiempo, desertó y fingió su suicidio para desaparecer sin dejar rastro, y se enroló en la Marina, donde fue aceptado para recibir instrucción médica. Volvió a fingir su muerte y huyó de nuevo.

1942: Apareció unos meses después como Robert Linton French, ex oficial de la Marina y psicólogo de una institución religiosa. Encontró los detalles de French en un viejo prospecto de la universidad, lo que le permitió trabajar como profesor en la Universidad de Pennsylvania, hasta el final de la guerra en 1945.

Finalmente, fue detenido por el FBI, cumpliendo una pena de 18 meses.

Al quedar libre, entró en una orden católica de Maine, y fue nombrado director de un colegio. En ese ínterin, Demara conoció a Joseph Cyr, un joven cirujano naval canadiense, a quien usurpó su identidad.

1953: En medio de la Guerra de Corea, y con esa identidad, se enroló en el destructor Cayuga, sirviendo como cirujano. La prueba de fuego surgió cuando 16 soldados, heridos de gravedad, fueron subidos a bordo para ser intervenidos. Gracias a su memoria fotográfica puso en práctica el manual quirúrgico que memorizó, y… ¡¡ninguno de ellos murió!!, salvando la vida de 2 de ellos (uno requirió cirugía mayor de tórax). Fue condecorado y la noticia fue publicada por los periódicos de Canadá. Esto descubrió su engaño pues la madre del verdadero Joseph Cyr sabía que su hijo estaba trabajando en un hospital de Boston. No se formularon cargos contra él aunque fue expulsado de la Marina.

1957: Salió en la portada de la revista LIFE con su verdadero nombre. Esto impulsó la filmación de la película “El gran impostor”, con Tony Curtis interpretando su personaje. Fue actor de televisión y trabó muy buena amistad con el también actor Steve McQueen.

7-junio-1982: A sus 61 años, falleció de un infarto en Anaheim (California). Un amigo expresó que era el “hombre más infeliz que había conocido”.

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FRANK ABAGNALE JR. (Siglo XX)                  Grandes impostores

Puedes leer su historia en el artículo ya publicado sobre él:

https://www.todocalidad.es/sabias-que/frank-abagnale-jr/

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THAMSANQA JANTJIE (Siglo XX)                Grandes impostores

Este hombre se hizo famoso el 10 de diciembre de 2013, en los funerales de Nelson Mandela, el símbolo de la libertad y la esperanza en Sudáfrica.

Jantjie, de lengua xhosa, había trabajado como intérprete judicial; pero no para el lenguaje de señas. Pero, su trabajo terminó al ser hospitalizado por bastante tiempo, debido a una enfermedad mental

Durante el funeral de Mandela, Jantjie participó como intérprete oficial de lenguaje de señas, traduciendo los discursos de varios oradores, entre ellos, el de Barack Obama o el de Raúl Castro, durante 4 horas, ante las cámaras de todo el mundo (le vemos en la parte derecha de la foto de cabecera).

Según el Sunday Times, Jantjie fue contratado por una empresa de traducción propiedad de Bantubahle Xozwa, responsable de asuntos religiosos y tradicionales del Congreso Nacional Africano (ANC).

Durante su supuesto trabajo de interpretación, Jantjie constantemente hacía movimientos de manos y brazos que parecían lenguaje de señas para un espectador desconocido; pero en realidad no tenían sentido. Los telespectadores sordos se dieron cuenta de la farsa, de los gestos incomprensibles, y lo denunciaron: se había perdido el 100% de la información. Entre ellos se encontraban el presidente de la Asociación Sudafricana de Sordos, y Wilma Newhoudt-Druchen, la 1ª mujer sorda del parlamento sudafricano.

Se ha definido la intervención de Jantjie como el “insulto más grave” hecho a los sordos. Como atenuante, él afirmó padecer de esquizofrenia, lo que le obligaba a tomar medicación, y que sufrió un ataque repentino mientras estaba de pie en el escenario del estadio. Al hacerlo, perdió la concentración, se le aparecieron ángeles que habían entrado en el estadio y en el escenario, y escuchó voces. Trató de no entrar en pánico porque estaba rodeado de guardias de seguridad armados. También debido a la importancia histórica del evento, no se atrevió a abandonar el escenario. Por otro lado, otros piensan que es un impostor de gran recorrido.

Grandes impostores                                                                    J.A.T.


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