Un poco de su historia (I)

El ABC del 07/03/1980, edita un artículo en el que da constancia de un primer intento de navegación submarina que tuvo lugar en España en el año 1538. Según un informe en Opusculum Taisnieri, publicado en Colonia, en el año 1562: “dos griegos entraron y salieron varias veces del fondo del Tajo ante en la presencia del emperador Carlos V, sin mojarse y sin extinguirse el fuego que llevaban en sus manos.” Parece que esto ocurrió en Toledo, en el río Tajo; según parece, los submarinistas utilizaron una especie de campana protectora, dentro de la cual podían permanecer bastante tiempo bajo el agua.

Se considera que el primer submarino fue construido en 1620 por Cornelius Jacobszoon Drebbel, un holandés al servicio de Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia, aunque sorprendentemente estaba propulsado por remos. No obstante, recientes investigaciones revelan que, Jerónimo de Ayaz y Beaumont, olvidado ingeniero español, ya había construido un submarino en 1600.

Dos tipos mejorados se probaron el Támesis entre 1620-1624.

En 1860, el inventor español Cosme García patentó el primer submarino en España y realizó con éxito las pruebas oficiales en el puerto de Alicante. (Ver foto de cabecera). Éste podía albergar a 2 personas y permaneció bajo el agua 45 minutos. Según el Acta Oficial de la Comandancia de Marina de Alicante, las pruebas se realizaron a satisfacción de los presentes. El 16 de noviembre de 1860 obtuvo, también, la patente en París con el nombre de Bateau Plongeur.

El primer submarino impulsado mecánicamente fue el francés Plongeur (1863), que usaba aire comprimido.

En 1870, el escritor francés Julio Verne edita su novela “20.000 leguas de viaje submarino”, en la cual el Capitán Nemo utiliza un submarino como medio de transporte, el Nautilus.

J.A.T.