El batiscafo es un sumergible diseñado expresamente para resistir las grandes presiones de las profundidades del mar. La palabra “batiscafo” proviene de los términos griegos bathús (“profundo”) y skáphos (“embarcación”). Son una especie de minisubmarinos, tripulados por una o dos personas, que pueden descender a grandes profundidades marinas.

Auguste Piccard

Fue inventado por el físico suizo Auguste Piccard. En 1948 efectuó la primera inmersión sin tripulantes, con un piloto automático, en el archipiélago de Cabo Verde, descendiendo hasta los 1.080 metros.

Unos 5 años después, en el año 1953, con un nuevo batiscafo construido en Italia, el Trieste, Piccard y su tripulación lograron descender a 3.150 m., y, en 1959 logró alcanzar 5.486 metros de profundidad.

Un año después, el 23 de enero de 1960, su hijo, Jacques Piccard con un Teniente de la Marina USA, Donald Walsh, llegaron a los 10.911 m. en la Fosa de las Marianas, en aguas cercanas a la isla de Guam, permaneciendo cerca de 30 minutos en el fondo del océano. Tardaron unas 5 horas en descender y unas 3 horas y 15 minutos en ascender. En 1958, los EE.UU. lo compraron por 250.000 dólares.

Se construyó más tarde el batiscafo francés Archimède, capaz de explorar profundidades de hasta 11.000 m y que, en 1962, alcanzó los 9.500 m. en la fosa de las islas Kuriles.

Más recientemente, en 2012, el cineasta James Cameron consiguió el récord de descenso a 11.000 metros gracias a un minisubmarino de última tecnología, que usó para fotografiar y filmar la Fosa de las Marianas (en el Océano Pacífico, entre las islas del Japón y las de las islas Filipinas), y recoger muestras para investigar la biología marina.

J.A.T.

Agradecimiento foto Auguste Piccard:  Bundesarchiv, Bild 102-13738 / CC-BY-SA 3.0