Esta denominación junto a otras como la “Biblia Adúltera”, la “Biblia Torcida”, la “Biblia Perversa” o la “Biblia de los Pecadores” hace referencia a un momento puntual de la Historia en el cual el cristiano, si quería ser obediente al Libro Sagrado, “tenía” que cometer adulterio. La explicación: todo obedeció a un error de imprenta.

Biblia 'maldita' - Error tipográficoEn el año 1631, el rey Carlos I de Inglaterra encargó a los impresores reales, Robert Barker y Martin Lucas, que reeditaran 1.000 ejemplares de la Versión del Rey Jaime de La Biblia. Así hicieron la impresión de los ejemplares y en pocos meses salieron al público. Cuál no sería la sorpresa cuando, en el pasaje de Éxodo 20:14, que recoge los Diez Mandamientos que Yahweh (Jehová) le dio a Moisés en el Monte Sinaí, se podía leer: “Thou fhalt commit adultery” (“Tú debes cometer adulterio”), en vez de “Thou fhalt NOT commit adultery” (“Tú NO debes cometer adulterio”).

No se descarta que este error tipográfico pudiera ser un sabotaje contra Baker pues no era una persona muy querida en la profesión. No obstante, quizá pesa más el hecho de que, históricamente, omitir el “NO” ha sido un error muy común. De hecho, el Manual de Estilo de la Associated Press aconseja, por ejemplo, utilizar la expresión “inocente” en vez de “no culpable”, cuando se escribe sobre las absoluciones de los juicios, para evitar esta eventualidad.

Lo cierto es que este lapsus al omitir el “NO” causó un monumental estupor y un enorme revuelo en aquel tiempo, y el enfado del Rey fue impresionante. No digamos el de George Abbot, Arzobispo de Canterbury.

Los impresores fueron llamados a la Star Chamber (“Cámara de la Estrella”), un tribunal inglés ubicado en el Palacio de Westminster que juzgaba, principalmente, casos de calumnia y traición, y usado en ese tiempo como sustituto del Parlamento. Por la presión del Arzobispo, el Rey los multó con el salario de un año, 300 libras esterlinas (equivalente a unos 54.000 €), y les retiró la licencia para editar libros. Esto provocó la ruina de Baker quien, en 1635, acabó siendo encarcelado por todo el dineral que debía y pasó 10 años entrando y saliendo de la prisión, muriendo –en prisión- en el año 1645.

Se requisó la gran mayoría de los ejemplares y fueron quemados en la hoguera, aunque se salvaron 11 ejemplares de esa Biblia que, por cierto, han adquirido un enorme valor para los anticuarios: una se vendía en un portal de internet por 90.000 €.

J.A.T.