Las poblaciones de Lídice y Ležáky  fueron objeto, como no podía ser de otra manera tratándose de los nazis, de las represalias en venganza por el duro golpe recibido con el asesinato de Reinhardt Heydrich.

Recompensa ofrecida por los nazis para capturar a Valčík.

La venganza de los nazis fue sangrienta e inmisericorde. Se ofrecieron 1.000.000 de Reichmarks (10.0000.000 coronas checas) a quien diera información de los asesinos y, por supuesto, se amenazó de muerte a quien los protegiera. Se volvió a instaurar la ley marcial, con juicios sumarísimos que enviaron al patíbulo a cientos de personas. Diariamente, la radio leía los nombres de los ejecutados.

10 de junio de 1942: Los nazis relacionaron falsamente a los asesinos con el pueblo de Lídice, uno de los más activos contra los nazis. Ese día, las tropas alemanas rodearon el pueblo y lo bloquearon.

Lídice, destruida por los nazis.

El pueblo fue arrasado por completo. Se fusiló a los varones mayores de 15 años; las mujeres fueron enviadas al campo de Ravensbrück; los niños que podían “arianizarse” fueron llevados a Alemania y entregados a familias de las SS, y los que no, al campo de Chelmno. En total, 340 personas murieron: 192 varones, 60 mujeres y 88 niños. La prensa del Protectorado escribió sobre esto:

“Ya que los habitantes de esa aldea vulneraron las leyes vigentes con su respaldo a los asesinos del SS-Obergruppenführer Heydrich, los hombres adultos fueron fusilados, las mujeres deportadas a un campo de concentración y los niños destinados a la reeducación.”

24 de junio de 1942: Sobre las 12:30 h., alrededor de 500 soldados de las SS se llevaron a los habitantes del pueblo de Ležáky. Posteriormente los asesinaron, y redujeron la población a cenizas. El motivo de esta barbarie fue que en la aldea, supuestamente, habían encontrado refugios miembros de la resistencia antifascista, quienes mantenían desde allí contactos con la resistencia checa en el exterior. Los nazis fusilaron en el palacio de la ciudad de Pardubice el mismo día de su detención a 34 de los habitantes adultos del pueblo. Otras 7 personas, junto a más de 40 colaboradores de la resistencia antifascista en la zona, fueron fusiladas el 25 de junio y el 2 de julio. 11 niños de Ležáky fueron enviados a las cámaras de gas del campo de exterminio de Chelmno (Polonia). Sólo 2 hermanas, Jarmila y Marie Šťulík, que entonces tenían 1 año y 2 años y medio de edad, sobrevivieron a esta masacre pues fueron enviadas a Alemania para ser “reeducadas”.

Se cree que unas 1.600 personas fueron ejecutadas en represalia por la muerte de Heydrich. Otras 3.000 fueron deportadas a campos de exterminio.

El pueblo de Lídice fue reconstruido en 1949, con la ayuda de personas de todo el mundo.

Algunos años después el nombre de Lídice empezó a ser utilizado por mujeres de varios países. También algunos países recordaron a Lídice usando su nombre para distintos desarrollos urbanísticos:

  • Ciudad de México (México): La colonia San Jerónimo Lídice, en la delegación La Magdalena Contreras. En el año 2002, en esa colonia se levantó el mural “Luz y Muerte” de Ariosto Otero.
  • Caracas (Venezuela): La Urbanización Obrera Municipal Lídice y hospital de Lídice en 1943.
  • Carora (Venezuela): una calle lleva su nombre.
  • Bachaquero (Venezuela): Shell, empresa productora de petróleo de Venezuela (subsidiaria de la empresa anglo-holandesa Shell), construyó un campamento para los trabajadores petroleros y se le dio el nombre CAMPO LIDICE.
  • Distrito de Capira (Panamá): El nombre original era Potrero; pero, en septiembre de 1943, se cambió el nombre por el de Lídice.
  • Brasil: Varios pueblos llevan su nombre.

Monumento en Ležáky.

En 1943, el compositor checo Bohuslav Martinů escribió el poema sinfónico Lídice (Memorial pour Lidice) en homenaje a las víctimas de esta matanza.

Sin embargo, la villa de Ležáky no fue reconstruida. En las ubicaciones de las antiguas casas se construyeron monumentos a las familias asesinadas (en la foto se muestra el monumento para la casa nº 26, donde vivía la familia de Stanislav Hrdý).

J.A.T.

Agradecimientos:

Radio Prague Int.