Casi nada se conoce sobre lo compuesto por los griegos antes del siglo III a. JC, y de la información que hay destaca el Epitafio de Seikilos, grabado en una lápida (siglo II a. JC-I d. JC). La primera referencia de notación musical en Grecia proviene de Aristóxeno de Tarento (siglo IV-III a. JC).

El que fue arzobispo de Sevilla por más de 30 años, Isidoro de Sevilla (560-636), escribió que “a menos que los sonidos sean recordados por el hombre, estos perecen, porque no pueden ponerse por escrito”. Por eso, fueron transmitidas sin ser escritas. Lógicamente, este método de transmisión, dependientes de la memoria y del aprendizaje de oído, iba modificando la melodía con el transcurso del tiempo.

A principios del siglo VIII, se empezaron a escribir los textos de la música religiosa de la Iglesia, aunque la música se transmitía oralmente.

Algunos sugieren que la notación musical ya se usaba en tiempos de Carlomagno (siglo IX) o poco después, al objeto de conseguir una uniformidad musical y perpetuarla.

Aunque los expertos occidentales niegan la influencia árabe en la teoría musical, lo cierto es que los árabes ya usaban la notación musical para el siglo IX, en época de Al-Ma’mun e Ishaq Al-Mausili. Sin embargo, si se compara la escala musical árabe con la que elaboró Guido D’Arezzo, en 1026 –al que se atribuye su invención-, notamos su extraordinaria semejanza:

Notas musicales 2

Pablo El Diácono (720-800), un monje benedictino, compuso el Himno a San Juan Bautista (o Ut queant laxis), el cual tenía la particularidad de que cada verso empezaba con una nota superior a la anterior. Puso el nombre árabe de las notas en la sílaba inicial de cada verso, aunque uso Do (o Ut) como nota inicial.

El músico y monje benedictino italiano Guido D’Arezzo popularizó los nombres de las notas exceptuando la 7ª nota, una nota variable.

En el siglo XVI, Anselmo de Flandes introdujo esa 7ª nota, SI, combinando las iniciales finales de Sancte Ioannes”. Más tarde, en el siglo XVIII, el musicólogo italiano Giovanni Battista Doni sustituyó esa nota UT por DO (del término Dominus, “Señor”), aunque UT todavía se usa en Francia.

Notas musicales 3

Guido D'Arezzo

Guido D’Arezzo

Guido D’Arezzo denominó a este sistema solmisación (en latín, solmisatio), que después recibió la denominación de solfeo. También desarrolló un sistema de notación dentro de un patrón de 4 líneas (tetragrama, precursor del que se usa actualmente, el pentagrama) en vez de 1 línea como se hacía hasta entonces.

Mano guidodiana

Mano guidodiana

También ideó un esquema con forma de mano, conocido como “mano guidodiana”, utilizado en la música medieval para ayudar a los cantantes a leer a primera vista. Era un sistema tan simple y sencillo que hasta el Papa mandó que se incluyera en las escuelas eclesiásticas de música.

J.A.T.