Ya dedicamos 3 entregas a la historia de Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó a 1.200 judíos. Objetivamente, debemos reseñar que hubo otros “Schindler” que estuvieron dispuestos a arriesgar su prestigio, su dinero o hasta su vida por salvar vidas humanas durante la II Guerra Mundial. Haremos mención de algunos de ellos en diferentes entregas.

IRENA SENDLER

Irena Sendler, enfermera y trabajadora social polaca, fue conocida como “El Ángel del Ghetto de Varsovia”. Desde niña sintió simpatía por los judíos. Su padre murió de tifus, contraído al tratar pacientes que rechazaron sus colegas. Muchos de esos pacientes eran judíos. Cuando el padre de Irena falleció, los líderes de la comunidad judía le pagaron los estudios.

Horrorizada por las condiciones del ghetto de Varsovia se unió a Zegota, el Consejo para la Ayuda de los Judíos. Como nadie podía entrar en el Ghetto, consiguió para ella y su compañera, Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria que, entre otras tareas, luchaba contra las enfermedades contagiosas. Así, por el miedo a que hubiera una epidemia de tifus, los nazis dejaban que los polacos controlaran el recinto. Dentro del ghetto llevaba un brazalete con la Estrella de David para no llamar la atención sobre ella misma, y en símbolo de solidaridad.

Cruz de la Orden del Águila Blanca

Gracias a esta condición, logró salvar la vida de 2.500 niños judíos, arriesgando su propia vida. Los sacó en bolsas, en ambulancias como si estuviesen enfermos de tifus, en cestas de basura, en sacos de patatas o en maletas. Los nazis empezaron a intensificar la vigilancia, por lo que utilizó ataúdes para sacar a los niños, a los que drogaba para estar segura de no fueran descubiertos. Falsificó documentos y firmas para dar nuevas identidades a los niños judíos. También creó un registro con las identidades reales y las nuevas para que en el futuro pudiesen volver a su identidad original.

Irena fue descubierta y, el 20 de octubre de 1943, la Gestapo la detuvo, llevándola a la infame prisión de Pawiak. Allí se le interrogó y torturó cruelmente; pero lo soportó todo y no consiguieron que delatara a sus colaboradores ni que dijera dónde había escondido los niños. Fue sentenciada a muerte. Como Zegota sobornó a soldados alemanes, mientras esperaba su ejecución, un soldado alemán se la llevó para un “interrogatorio adicional”. Al salir, le gritó en polaco que escapara. Al día siguiente, el nombre del soldado estaba en la lista de los ejecutados. Irena siguió trabajando en clandestinidad hasta que acabó la guerra.

Árbol de Irena Shendler en el Yad Vasem (Jerusalén)

Quitando importancia a su actuación expresó:

“Solo hice lo que había que hacer; debí salvar a más.”

“La razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad.”

1965: El Yad Vashem de Jerusalén la nombró “Justa entre las Naciones”. Tiene un árbol plantado a la entrada de la Avenida de los Justos de las Naciones del Yad Vashem, en Jerusalén, y fue nombrada ciudadana honoraria de Israel.

2003: Polonia le otorgó la más alta condecoración civil al ser nombrada Dama de la Orden del Águila Blanca.

2007: Irena Sendler fue propuesta al Premio Nobel de la Paz por parte de la Organización de Sobrevivientes del Holocausto residentes en Israel, del Gobierno de Polonia y del Estado de Israel.

Falleció el 12 de mayo de 2008 en Varsovia (Polonia).

J.A.T.

Agradecimientos:

Foto medalla: Mathiasrex Maciej Szczepańczyk – CC BY 3.0

Foto árbol: Bonio – CC BY-SA 3.0