Charles Earl Bowles, de origen británico, fue célebre por ser uno de los más raros asaltantes de diligencias del Salvaje Oeste. Era conocido por Black Bart o Black Bart el Poeta. Adquirió fama de hombre educado, bandido gentil con buenos modales y gusto refinado que, según la leyenda, en 2 ocasiones dejó sendos poemas en la escena del crimen. Nunca disparó un arma y asaltaba las diligencias a pie por su miedo a los caballos.

Cuando era tenía 20 años, viajó de Nueva York a California cegado por la fiebre del oro, y, tras pasar un año buscándolo, regreso a su hogar. 3 años más tarde lo intentó de nuevo, pero al fallecer 2 de sus hermanos, 2 años después se muda a Illinois y se convierte en granjero.

Charles Earl Bowles participó en la Guerra de Secesión, llegando al grado de Teniente, tras la cual decide dedicarse a asaltar diligencias con “clase”. En su primer asalto, Bowles hizo parar la diligencia y pidió que le entregaran la caja fuerte y que no hicieran nada raro, de otro modo, sus compinches dispararían. El cochero vio unos rifles apuntando desde los arbustos y decidió hacer lo que le pedía. Éste sacó el dinero de la caja y huyó del lugar. Cuando el cochero bajo a coger la caja vacía, en la que encontró un poema que Bowles había dejado, comprobó que los rifles eran ramas talladas para que parecieran rifles.

La gente empezó a divulgar los hechos y esto le hizo coger fama de bandido garboso y educado. Operaba entre los estados de California y Oregón, aprovechando el tránsito de las diligencias de los grandes bancos, en especial, la compañía Wells Fargo. Solía vestir un abrigo largo y llevaba un bombín como sombrero, cubriéndose la cara con un saco de harina con 2 agujeros para los ojos. En un período de algo más de 8 años (julio 1875-noviembre 1883) cometió 28 asaltos.

Tras un asalto frustrado a una diligencia de la Wells Fargo Co., fue herido en la mano. Poco después fue detenido por James B. Hume, de la Agencia de Detectives Pinkerton. Como la Wells Fargo solo pudo aportar pruebas por el último asalto, solo le supuso una condena de 6 años en la prisión de San Quintín, de los que cumplió 4 por buena conducta. Al salir de prisión, los periodistas le entrevistaron y le preguntaron si volvería a delinquir, a lo que respondió:

“No, caballeros, estoy harto del crimen”.

Cando otro le preguntó si escribiría más poesías, se rió y dijo:

“¿No les he dicho que estoy harto del crimen?”

Poco se sabe de la vida de Charles Earl Bowles tras ser liberado, y hay muchas opiniones sobre su muerte. La Wells Fargo dice que murió asesinado en febrero 1888 tras intentar robarles. Otros dicen que volvió a trabajar como minero en Montana o Nevada, aunque parece que tras salir de la prisión regreso a su casa de Nueva York hasta que falleció en 1917.

J.A.T.