La Judería de Toledo: Las Sinagogas

La Judería de Toledo: Las Sinagogas. Las palabras griegas ek·klē·sí·a (“asamblea” o “congregación”), y sy·na·gō·guḗ (“juntamiento”) hacen referencia a la sinagoga como un grupo de personas reunidas aunque, finalmente, la palabra “sinagoga” adquirió el significado del lugar o edificio donde se celebraba la asamblea. No obstante, no perdió completamente su significado original, pues la Gran Sinagoga no era un gran edificio, sino una asamblea de eruditos célebres, a los que se reconoce como los que pusieron en orden el canon del Antiguo Testamento (o Escrituras Hebreoarameas) para los judíos palestinos.

Aunque no se sabe con exactitud cuándo empezaron a abrirse las sinagogas, se dice que  empezaron en los días de Esdras o de Nehemías (siglo VII-VI a. JC.), durante su cautiverio de 70 años en Babilonia, cuando el templo no existía, o poco después del regreso del exilio, una vez que Esdras el sacerdote recalcó la necesidad de conocer la Ley, que continuó en tiempos del Gran Sanedrín (el tribunal supremo judío, ubicado en Jerusalén y compuesto de 71 miembros), alrededor del siglo III a. JC.

Así, cuando hoy hablamos de “sinagoga” generalmente hacemos referencia al lugar de culto judío donde tienen lugar las ceremonias religiosas, la oración comunal, el estudio y el encuentro, cuya orientación era algo muy importante, pues se intentaba que los adoradores estuvieran en dirección a Jerusalén.

En las ceremonias se lee la Torah, oficiada por el rabí (rabino) y ayudado por el cohen o niño cantor. En las sinagogas sefardíes, el Hazzan es quien lleva la mayor parte del servicio. La sinagoga no es sólo casa de oración, sino también centro de instrucción, ya que en ellas suelen funcionar las escuelas talmúdicas. La Misná (Meguilá 4:1, 2) también habla de la práctica de leer perícopas (pasajes) de los profetas, que recibían el nombre de las Haftarot, cada una con su comentario. A la lectura y el comentario de la Torah y de las Haftarot les seguía la predicación o exhortación.

La Ley se leía desde una tarima (bimah) que tradicionalmente se encontraba en medio de la sinagoga. Alrededor de los 3 lados había bancos para el auditorio, con una sección separada para las mujeres. Los hombres y las mujeres de época medieval, y también hoy en día, se sientan en zonas separadas.

En el interior de la sinagoga se encuentra los siguientes elementos:

Hejal (entre los sefardíes. Los ashkenazíes –judíos que se asentaron en Europa central y oriental- lo denominan Arón Ha-Kodesh): armario situado en el muro este, orientado hacia Jerusalén. En su interior se guarda el Sefer Torah, los rollos de la Torah, la ley sagrada judía.

Ner Tamid: la llama perpetua (o Luz Eterna) siempre encendida ante el Hejal, como símbolo de la presencia eterna e inminente de Dios en la comunidad y en la vida judías.

Menorah: candelabro de 7 brazos, signo habitual en el culto.

Bimah (“lugar elevado”): lugar desde donde se lee la Torah.

SINAGOGA VIEJA   
[Desaparecida]

 La Sinagoga Vieja se encontraba apoyada en la carnicería de los judíos, entre ésta y la muralla que se cierne sobre el Tajo. La sinagoga fue intensamente dañada durante los tumultos del verano de 1391.

La sinagoga vieja fue reemplazada en el siglo XVI por una casa que se conocía como «casa honda».

 

SINAGOGA DE CALEROS   [Desaparecida]

Sinagoga de Caleros

Ubicación de la Sinagoga de Caleros, calle Alfonso XII y Plaza de Marrón

La sinagoga de Caleros aparece citada por primera vez en un documento de 1355. Desaparecida muy pronto, la planta de la sinagoga se conserva en la plaza de Marrón, existente desde el siglo XV.

Es probable que, al igual que las demás sinagogas de Toledo, la de Caleros padeciera los efectos del movimiento antijudío de 1391. Abandonada a finales del siglo XIV o poco después, no se la vuelve a mencionar hasta 1418.

En 1448 la sinagoga es una casa propiedad del arcediano de Niebla, que desde 1434 fue adquiriendo casas de este barrio para su patrimonio, una cuarta parte del cual compró Juan de Silva, conde de Cifuentes en 1460.

La casa principal del conde de Cifuentes, llamada «de los sennores Reyes», en la que los reyes se solían alojar en la segunda mitad del siglo XV y aún durante el siglo XVI, ocupaba una gran manzana a la altura del cobertizo de Caleros. Al otro lado del cobertizo se situaba, en la esquina de la calle de Caleros con el cobertizo de San Pedro Mártir, la casa «accesoria», resultante de la fusión de tres pequeñas casas. Delante de la puerta de la casa principal del conde de Cifuentes se abriría una plaza en el último cuarto del siglo XV, sobre el solar de la sinagoga, una vez que esta desapareció por ruina o por derribo intencionado.

 

SINAGOGA DE LAS GOLONDRINAS   [Desaparecida]

Entrada a la casa donde estaba ubicada la antigua Sinagoga de las Golondrinas

Entrada a la casa donde estaba ubicada la antigua Sinagoga de las Golondrinas

Las excavaciones arqueológicas de 2006 en la calle de las Bulas, nº 29 confirman la existencia de una antigua sinagoga junto a la casa que hacía esquina con la calle de las Bulas y la entrada del antiguo callejón de Golondrinos. Jean Passini se refiere a ella como Sinagoga de los Golondrinos.

En la segunda mitad del siglo XV se menciona una sinagoga utilizándola como punto de referencia en la descripción de dos casas en la parroquia de San Román. La primera de ellas, que pertenecía a don Abraham batidor, se levantaba en el adarve de Sancho Padilla (actual callejón de Esquivias). Lindaba con la casa del sedero Diego López y con a las espaldas, una sinagoga de judíos. La segunda casa pertenecía en 1488 a un judío converso, Lope de Acre. Se la describe entonces en el adarve de los Golondrinos, medianera con un corral que solía ser sinagoga de los judíos. El Libro de Capellanias fechado en 1577 informa que la casa estaba en la esquina calle de las Bulas-callejón de Golondrinos. Los títulos de propiedad del monasterio precisan, además, que tenía un sótano que está debajo de ella con su puerta a la calle de las Bulas, puerta que aún existía hasta 2009.

Junto con los restos de la sinagoga, se ha encontrado restos de un baño ritual o micvé, que podemos comparar con el de Besalú, un espacio cerrado, de sólidos muros, con arcos de piedra y canalización para el agua, que consistía en una sala pequeña con bóveda de cañón, accesible desde la calle por una puerta independiente. Una red subterránea, certificada por la existencia en las cercanías de un pozo llamado de Aizco, suministraba el agua corriente necesaria. Un corredor lateral interior facilitaba el paso de la sala abovedada a la sinagoga.

 

SINAGOGA DE SANTA MARÍA LA BLANCA

Toledo - Sinagoga Santa María la Blanca

La Sinagoga de Yosef ben Shoshan, de principios del siglo XIII, fue propiciada por Alfonso VIII, monarca de abierta simpatía hacia los judíos.

En 1411, tras las prédicas de Vicente Ferrer, se convirtió en templo cristiano, siendo desde entonces conocido como  iglesia de Santa María la Blanca.

En 1550, tras introducir algunas reformas, el cardenal Silíceo utilizó el templo para crear un beaterio de mujeres públicas arrepentidas.

En el siglo XVIII el edificio fue convertido en cuartel de la milicia, iniciándose a mediados del XIX su recuperación como monumento artístico.

Un portón que se abre sobre la calle Reyes Católicos y un jardín sencillo preceden la entrada a la sinagoga. Se levanta en un patio rodeado de cipreses, donde está la puerta principal con lacerías mudéjares estrelladas bajo un tejaroz. En el subsuelo existen bóvedas utilizadas como enterramientos desde el siglo XVI y otros restos arqueológicos.

De nuevo, el aspecto exterior humilde contrasta con la grandiosidad de su interior. Cinco naves separadas por arcos de herradura, columnas octogonales con capiteles ornados de piñas y volutas, se adaptan a un trazado asimétrico que recuerda más a una mezquita que a una sinagoga. Sobre estas arcadas se disponen unas  cenefas decorativas con elementos geométricos y vegetales que siguen un ritmo perfectamente definido en las albanegas de los arcos. Unas arquerías polilobuladas sirven para elevar la nave central, dejando las cubiertas laterales a menos altura con sus correspondientes artesonados. Todo el conjunto es catalogado como una muestra del arte almohade puesto al servicio de la comunidad judía.

En el siglo XVIAlonso de Covarrubias, a instancias del cardenal Silíceo, reformó las cabeceras, creándose tres capillas, la central cubierta con una bóveda de media naranja sobre trompas mientras que las laterales son de cuarto de esfera sobre pechinas. El retablo es de Nicolás Vergara, el Viejo, realizado en la segunda mitad del XVI.

La sinagoga, al igual que la del Tránsito, ha sufrido numerosos avatares a lo largo de su historia. Sin esperar al decreto de expulsión de los Reyes Católicos, se cuenta que las predicaciones de Vicente Ferrer desde el púlpito de Santiago del Arrabal propiciaron que los cristianos tomaran el templo en 1411 y expulsaran de él a los hebreos, convirtiéndolo en iglesia bajo la advocación de Santa María la Blanca. Una antigua leyenda dice que el templo se construyó con tierra traída de Jerusalén.

 

SINAGOGA DEL SOFER   [Desaparecido]

Sinagoga del Sofer 2La Sinagoga del Sofer (escriba, en hebreo) fue construida probablemente a finales del siglo XII o principios del siglo XIII. Suleimán Jarada poseía en 1391 una casa conocida como de la Higuera, entre la casa de la Atahona y la sinagoga del Sofer. Por lo que parece, la sinagoga del Sofer, la casa de la Higuera y la casa de la Atahona formaban un conjunto arquitectónico entre la calle del Ángel y la de los Reyes Católicos.

La sinagoga del Sofer dejó probablemente de ser utilizada como tal en 1391 tras los tumultos y asaltos de que fueron víctimas los judíos y que provocó la marcha de don Sulemán. No sabemos qué fue de ella, pues no se la vuelve a mencionar desde 1480. Conforme a una orden de los Reyes Católicos, no podía ser puesta en venta ni ocupada tras la expulsión de los judíos. El muro correspondiente de la sinagoga, que existía aún en el siglo XVI frente al segundo claustro de San Juan de los Reyes, como muestra el plano del Greco, desapareció en la segunda mitad del siglo XIX. Su huella se manifiesta como una plaza cuadrangular, en 1858, en el plano de Coello.

Excavada durante el año 2011, los restos arqueológicos existentes son actualmente visibles bajo la Plaza del Sofer, inaugurada en 2012.

Como colofón, y para la siguiente entrada, comentaremos sobre la sinagoga más importante: La Sinagoga de Samuel Ha-Leví, más conocida como Sinagoga del Tránsito.

(J.A.T.)

Agradecimiento por la información y fotos a:

CAMINOS DE SEFARAD – Red de Juderías de España

Enciclopedia Judía (JVL – Jewish Virtual Library)

Esperamos que haya sido de su agrado el artículo: La Judería de Toledo: Las Sinagogas