LOS ONSEN

 

Los onsen son fuentes termales naturales de origen volcánico, de las cuales hay alrededor de 3.000 en todo Japón. Debido a su contacto con los volcanes su agua tiene muchísimas sales y minerales. A estas fuentes que están al aire libre se les denomina rotenburo.

Estas son algunas normas que hay que tomar en cuenta si se acude a un Onsen:

  • Los hombres y las mujeres están separados, aunque también hay algunos onsen mixtos llamados kon’yoku onsen.
  • Hay que ducharse antes de entrar en el ofuro. Generalmente disponen de champú, gel y acondicionador.
  • Hay que ir desnudos completamente.
  • No tener tatuajes. Están mal vistos pues los yakuza (mafia japonesa) llevan grandes tatuajes, y para evitar problemas no se les admite. Por eso, se pueden cubrir con apósitos, con tobilleras o muñequeras para que no sean visibles. No obstante, algunos onsen son algo más permisivos con los extranjeros entendiendo que éstos llevan los tatuajes con fines decorativos.

Los tatuajes (irezumi, que se refiere a insertar tinta bajo la piel) con fines decorativos y espirituales eran muy populares en el período Yayoi (300 a. JC-300 d. JC).

En el período Kofun (300-600 d. JC) empezaron a tener una connotación negativa pues los tatuajes se realizaban en criminales como forma de castigo.

Grupo de macacos japoneses calentándose en una fuente termal de la Prefectura de Nagano durante la parte más cruda del invierno

En la época Edo (1600-1868) los tatuajes todavía eran utilizados como castigo por crímenes cometidos; pero el tatuaje decorativo comenzó a desarrollarse hacia el avanzado arte que conocemos actualmente.

Existe un debate académico sobre quiénes lucían estos tatuajes. Algunos estudiosos señalan que eran típico de las clases bajas. Otros afirman que los comerciantes ricos, que tenían prohibido por ley alardear de su riqueza, lucían caros tatuajes bajo sus ropas. Se sabe con certeza que el irezumi comenzó a estar asociado a los bomberos, figuras representativas del coraje y la picaresca sexual, quienes llevaban tatuajes como forma de protección espiritual (y también por su belleza).

Al inicio del período Meiji (1868-1912), el gobierno japonés intentó proteger su imagen y dar una buena impresión a Occidente, ilegalizó los tatuajes, y el irezumi pasó a tener connotaciones criminales. Curiosamente, los extranjeros quedaron prendados de este arte y buscaban tatuadores para que les grabaran algún diseño.

A partir de 1945, volvió a legalizarse aunque mantuvo su connotación peyorativa. Se asoció a la mafia japonesa (Yakuza) y por eso, muchos negocio del Japón –como los onsen, gimnasios y piscinas- no permiten la entrada a personas tatuadas.

J.A.T.

Agradecimientos:

Foto cabecera: Chris 73/Wikimedia Commons

Foto macacos: Yosemite, CC BY-SA 3.0