Plaza de Judá Leví

 

plaza-juda-leviPlaza dedicada a uno de los poetas hispanohebreos más prestigiosos del Siglo de Oro del judaísmo español, Yehudá ben Samuel ha-Levi (1070-1141), natural de Tudela. Este poeta pasó buena parte de su vida en la España cristiana. Llevado por su deseo de aprender vino a Al-Ándalus pasando algún tiempo de su vida en Córdoba, con fama ya de poeta precoz. Esta plaza fue originariamente un espacio abierto en la confluencia de la calle Albucasis (antiguamente, la calle Portería de San Pedro Alcántara) con la calle Manríquez, que se amplió en 1958 con la construcción del edificio de la Oficina Municipal de Turismo, actual Comisaría de Policía. En un ángulo de la plaza se encuentra el Albergue Juvenil de la Junta de Andalucía.

Yehuda Ha Leví (1070-1141) es el “príncipe de los poetas hebraico-andaluces”, según frase de Menéndez Pidal. Cultivó todos los géneros poéticos: panegíricos, poemas de amistad y amorosos, nupciales, moaxajas, elegías, etc. Su carácter afable le atraería la amistad de los hombres de letras más ilustres de la sociedad judaica-española, con los que intercambió cartas de poesías. Abraham ibn Ezrá pudo ser su consuegro.

En su poesía están presente sus esperanzas mesiánicas y la idea de que la redención del pueblo judío pasaba por su retorno a la tierra prometida:

“Mi corazón está en Oriente mientras que yo resido en el extremo Occidente”

Su obra tiende con los años hacia la filosofía y la apología del judaísmo. El Kuzari se considera su obra cumbre. Escrita en forma de diálogo y en árabe, fue traducida al hebreo y en el siglo XVII al castellano. Desde los círculos cabalistas y antirracionalistas se convierte en el referente de la conciencia nacional del pueblo judío en el exilio.

En 1141, con casi 70 años y tras haber vivido en Córdoba durante algunos años, muere rumbo a Alejandría sin que sepamos si pudo llegar a Jerusalén.

 

Plaza de Tiberiades

plazuela-de-tiberiadesLa íntima plazuela de Tiberiades, donde se sitúa la escultura de bronce de Maimónides, obra de Amadeo Ruiz Olmos, es una plaza pequeña para un hombre grande, el más grande de cuantos dio la aljama cordobesa, tanto que entre los hebreos quedó para siempre aquello de “De Moisés a Moisés no hubo otro como Moisés”, en alusión al primero de los nombres de Moisés ben Maimón, más conocido como Maimónides, o también por su iniciales hebreas, que forman el nombre de Rambam. (En un próximo post comentaremos algo más de la historia de Maimónides.)

Inaugurada la escultura en 1985, para conmemorar el 850º aniversario del nacimiento del sabio sefardita, la plaza recibió el nombre de Tiberiades, la población palestina de Galilea donde se encuentra el cenotafio en el que se le rinde tributo universal a Maimónides. Vestido a la arábiga, melancólicamente sentado con un libro entre las manos, el maestro universal parece recordar, en el corazón mismo de la judería que lo vio nacer, una vida plena de andanzas y visiones.

J.A.T.

Agradecimiento: Red de Juderías de España – Caminos de Sefarad