Orígenes

Alacant (Alicante) es una población con más de 3.000 años de historia. Los primeros núcleos humanos habitados se remontan a los íberos del siglo III a. JC., encontrándose yacimientos arqueológicos que los sitúan en la ladera del Monte Benacantil, donde se sitúa el Castillo de Santa Bárbara. Este monte era conocido como Akra Leuka (“Cumbre blanca”), aunque no hay certeza de que hubiera edificaciones hasta que Amílcar Barca situó allí su principal acuartelamiento.

201 a. JC. El primer núcleo urbano romano se asientan en la colonia íbera de Leukante o Leukanto (Lucentum es una latinización del nombre original que solo existió en los mapas romanos).

El siglo VI e inicios del VII son de dominio visigodo.

Dominio árabe

713. Abd-al-Aziz siguió una política de pactos, mediante capitulaciones, con los mandatarios visigodos. Uno de los tratados mejor documentados es el que hizo con el mandatario visigodo, Teodomiro, permitiéndole seguir gobernando la zona de Alicante, Elche, Lorca, Orihuela… tras su conquista.

El dominio musulmán abarca unos 5 siglos, hasta el año 1248, dándole la denominación de Medina-Laqant o Al-Laqant (hoy su denominación en valenciano es Alacant). El núcleo urbano se traslada a la ladera del monte Benacantil por motivos defensivos, creándose la Vila Vella. Tras desmembrarse el Califato de Córdoba queda bajo el dominio de los Reinos Taifas de Denia y Almería.

Reconquista cristiana

La reconquista cristiana se consiguió mediante tratados. El Tratado de Cazorla entre los reyes de Castilla y Aragón hizo que Alicante cayera en la zona de expansión castellana.

1243. El gobernante de la Taifa de Murcia –a la que pertenecía Alicante-, Muhammad ben Hud, firmó el Tratado de Alcaraz con el infante Alfonso (futuro rey Alfonso X el Sabio) –representante de su padre, el rey vigente, Fernando III el Santo-, poniéndose bajo el protectorado del Reino de Castilla.

Al estar poblado mayoritariamente por árabes, el gobernador de Al-Laqant, Zyyan ibn Mardanish y sus habitantes se rebelaron, por lo que las tropas castellanas tuvieron que tomar la ciudad el 4 de diciembre de 1248. Tras la conquista de la villa para Castilla por parte del Infante Alfonso, recibió el nombre de La Vila Nova. Para conmemorar la victoria, el castillo árabe sobre el monte Banu-I-Qatil (“Benacantil”) pasa a conocerse como Castillo de Santa Bárbara, al coincidir su conquista con este día festivo. Será en tiempos de Felipe II cuando se produzca la gran reforma del castillo.

1252. En el mes de agosto, Alfonso X le otorgó el Fuero Real, muy similar al de Córdoba. Le concedió exenciones fiscales y le amplió el término municipal. También otorgó medidas de favor al puerto de Alicante, de gran valor estratégico.

1264-1266. Los mudéjares (árabes que siguieron viviendo en el territorio reconquistado por los cristianos) iniciaron una rebelión que se extendió por casi todo el Reino de Murcia. Jaime I de Aragón, El Conquistador, sofocó la rebelión.

1296. Jaime II conquista Alicante, contando con la ayuda de los colonos cristianos de origen catalán y aragonés que se habían asentado allí, terminando así la soberanía castellana. La crisis acaecida por la sucesión de Sancho IV el Bravo, el infante Alfonso de la Cerda pide ayuda a Jaime II a cambio de darle el Reino de Murcia.

1308. Jaime II incorporó Alicante al Reino de Valencia.

J.A.T.